Menores y libertad

Un padre de familia ha perdido varios meses de su vida y toda su integridad moral en la cárcel porque su hijita de trece años le denunció falsamente de violación, al parecer por no dejarle salir de noche. A este suceso, se le unen los crueles episodios que, a lo largo y ancho del mundo "moderno" y "civilizado" se vienen sucediendo en los últimos tiempos como el asesinato de una niña en Inglaterra a manos y pies de sus compañeras, robos con asesinatos entre menores en Estados Unidos, apaleamientos, violaciones de y entre menores, etcétera.

Un padre de familia ha perdido varios meses de su vida y toda su integridad moral en la cárcel porque su hijita de trece años le denunció falsamente de violación, al parecer por no dejarle salir de noche. A este suceso, se le unen los crueles episodios que, a lo largo y ancho del mundo "moderno" y "civilizado" se vienen sucediendo en los últimos tiempos como el asesinato de una niña en Inglaterra a manos y pies de sus compañeras, robos con asesinatos entre menores en Estados Unidos, apaleamientos, violaciones de y entre menores, etcétera. Todo ello no es sino consecuencia de la sociedad que entre todos, en nombre de una mal llamada libertad (de programación televisiva, de información, de consumo,…), estamos creando, relegando conceptos tan importantes como el de Familia y Educación a un segundo plano.

La creación de Tribunales Tutelares de menores, de medidas de reinserción y reeducación, para nada sirven si no van complementadas con un modelo de inserción social y educación adecuado a las necesidades morales de nuestros menores, empezando, claro está, por cambiar nuestros propios valores.

El modelo de Justicia educativa, propio de los estados democráticos, estará abocado al fracaso si no se ve amparado en un modelo de sociedad educativa. No basta en definitiva, con tratar de encontrar soluciones ante tales eventos, sino que es necesario poner los medios para que los mismos no se produzcan. No se puede relegar a las instituciones públicas (Colegios, Institutos) la educación de nuestros hijos, pero es evidente que su influencia sobre los menores, su desarrollo y por ende su futuro, es determinante en los tiempos que corren, en el que los padres apenas tenemos tiempo para estar con nuestros hijos, inmersos como estamos en obligaciones laborales que cada vez nos ocupan más tiempo. Educación Cívica, Ética, Moral, deberían ser asignaturas tan o más importantes que las matemáticas, la física o el lenguaje.

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AntonioPalazón