Entrevista a Patricio Garcés, cónsul de Ecuador en la región de Murcia, sur de España

En una conocida cafetería de Lorca, región de Murcia, sur de España, quedamos con Patricio Garcés, cónsul de Ecuador, para un amistoso café, con la intención de conocer la personalidad del representante consular de uno de los más numerosos colectivos de ciudadanos latino-americanos residentes en España.

Patricio manifestó un especial interés en hablarnos y a sus conciudadanos, de las funciones de la oficina consular que dirige. Así, lo primero que sale a la palestra es la situación de los niños en edad escolar, especialmente los adolescentes, que vienen a reunirse con sus padres por medio de la reagrupación familiar facilitada por el gobierno español. "Son muchos los niños en edad escolar, que se están reagrupando por estas fechas. Hay que tener en cuenta que en muchos casos sus padres dejaron el país hace más de cinco años. Estos merecen una especial atención y el consulado está para facilitar toda la información necesaria para que puedan beneficiarse de los derechos que poseen aquí en España, sobretodo en lo referente a la escolarización, que es obligatoria y la atención socio-sanitaria", dice Patricio mientras saboreamos el agradable ambiente de un preciosa mañana. El cónsul de Ecuador añade que su preocupación se fundamenta en la necesidad de que "estos niños y niñas no sufran ningún tipo de marginación por este motivo".

Patricio Garcés, cónsul de Ecuador, en su despacho

Nuestra charla nos lleva a un tema de suma importancia para toda la sociedad en general, que es el trabajo. Sobre este asunto nos aclara que "la mayoría de los ecuatorianos que llegan a Murcia, concretamente a la zona del Guadalentín, trabajan en el sector agrícola. Muchos de estos hombres y mujeres, lamentablemente no están bien informados sobre la necesidad y la obligatoriedad de la escolarización de sus hijos, en parte por su bajo nivel de instrucción. Esta deficiencia de conocimientos da lugar a que empresarios sin escrúpulos se aprovechen de la precaria situación de estos trabajadores, explotándoles y demostrando una total falta de sensibilidad. Por eso, es fundamental el papel informativo y de apoyo de la oficina consular.”

Mientras vemos a los ciudadanos caminando en dirección al trabajo o a las compras, nuestro entrevistado explica que no solo son estas las necesidades de estos ciudadanos, recordando que una de las más importantes para el desarrollo de las familias y el aporte positivo de estas a nuestra sociedad, es la de la vivienda. "Sabemos que el acceso a la educación y a la sanidad públicas están garantizados a todos los ciudadanos residentes en España, pero no es así en la vivienda. La situación se agrava con la falta de información, por temor o por circunstancias ajenas a los individuos, lo que no les permite beneficiarse de sus derechos y las facilidades existentes. Por ejemplo: muchas veces un ciudadano ecuatoriano, o de otra nacionalidad, trabajando en régimen de explotación, no contribuye lo suficiente o lo hace de forma irregular, lo que le impide afrontar un alquiler al no tener una nómina en regla. No es concebible que estas personas solo tengan obligaciones, que no le sean garantizados sus derechos y que su integración esté por debajo de lo normal."

Nos hemos interesado por el número de ciudadanos de esta nacionalidad residentes en España, a lo que Patricio nos informa de que "en el caso concreto de los ecuatorianos, en el año 2003 se alcanzó el punto más alto de la inmigración ecuatoriana. Si analizamos los datos estadísticos facilitados por el Estado Español, hemos verificado un descenso en el número de ciudadanos de este país llegados a España. Si en el año 2003 llegaron cerca de 55.000 ecuatorianos, a principios del 2007 este número era de 48.000, en parte por el hecho de que muchos han cumplido este ciclo que hemos estado observando, de cuatro o cinco años, en los que estas familias ven cumplidos sus objetivos y regresan a Ecuador. Lamentablemente, hay otros muchos que no lo han conseguido, no han podido o no les ha ido como esperaban."

Finalizando nuestro café con Patricio, le pedimos que deje un mensaje a los ecuatorianos que viven aquí y en otros lugares del mundo, a lo que sin dudar afirma: _ "El mensaje que hay que transmitir es muy claro. Lo primero es cumplir con las normas del lugar que nos acoge, para asegurar una convivencia tranquila y activa en esta sociedad, además de nuestro deseo de contribuir en todo lo posible para la consecución de los objetivos de estas familias que no es otro que el de regresar a Ecuador en condiciones de favorecer el desarrollo de nuestro país.”

Nos despedimos de Patricio Garcés, deseándole a él, y al colectivo de ciudadanos ecuatorianos, que puedan realizar sus sueños contribuyendo a conseguir una sociedad más justa, y al progreso de toda la comunidad.
Foto: Eva Mª González/Planeta Latino

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Carlos Venturelli