La herencia de Fidel

Con un trío en la mano solo se puede jugar de farol si lo que se pretende es intimidar a los adversarios en ese juego en el que se ponen sobre el tapete, dinero y envite. Se precisa de una carta más del mismo número para alcanzar el poker, y no sé porque será que se me antoja que esa no anda muy lejos de los aledaños de la noble patria del General Bolívar.

Cuba, Venezuela y Bolivia. Y la cuarta podría ser muy bien Nicaragua, aunque todo hay que decirlo, este último país se resiste al juego, por aquello de que los ciudadanos, por ahora, libremente quitan y ponen a los dirigentes que compiten en democracia por el gobierno de la nación.

Siempre he tenido muy claro que los defensores del régimen comunista son republicanos por principios y definición, lo que sucede es que después de la última maniobra del dictador Castro, me da la impresión de que determinados principios solo son aplicables a los ciudadanos y en la medida de la conveniencia de quien se autoproclama defensor de sus derechos (¿los de quien?)

Solo en las Monarquías se da el caso de la sucesión en la corona y a título de Rey, y con todo existen unas normas que hay que cumplir. El Monarca reinante, en naciones que viven en democracia, no puede designar como su sucesor a quien le venga en gana, sino que debe hacerlo de conformidad con las reglas imperantes en la Constitución de cada país.

El dictador caribeño ha rizado el rizo y ha designado como sucesor a su hermano Raúl, razón por la cual le ha traspasado sus poderes, pero eso sí, en calidad de regente. Y el sucesor sabe que todas las miradas están puestas en él. Bueno será que le eche un vistazo a los países que hace años adoptaron el régimen democrático como norma de convivencia ciudadana, y aplique alguna de sus virtudes, por ejemplo, la libertad. Sin embargo estoy en la convicción que deberá fallecer, por desgracia como ser humano y a quien nadie civilizadamente debe desearle la muerte, para que el peso de los más radicales no ejerza su poder frente al hermanísimo, y el temor a las represalias de unas fuerzas más desarmadas que armadas, con instrucciones contradictorias.

Y que decir del Sr. de los Anillos que desgobierna el país más rico de Latinoamérica. Para saber de la catadura moral del individuo, había que haber escuchado al descamisado pecho rojo en sus palabras dirigidas a su amigo “Tirofijo”, jefe de las FARC, putrefacto ejército al servicio del narcotráfico… “Marulanda (así lo pronunció) te pido que acerques a Ingrid Betacourt a una posición más cerca de ti, y que te encargues de que reciba el tratamiento médico adecuado. No la dejes morir”

No, Sr. golpista, así no. Si se mete en camisa de once varas, hágalo con la dignidad que los implicados requieren. Usted no puede suplicar a un asesino y desnaturalizado personaje para que trate mejor a una secuestrada. USTED DEBE EXIGIRLE SU LIBERACIÓN ASÍ COMO LA DE TODOS LOS RETENIDOS CONTRA SU VOLUNTAD en la selva colombiana.

Es muy triste saber que Ingrid tiene, al parecer, los días contados, pero se han preguntado ustedes ¿cuantos más secuestrados se hallan en idénticas o peores condiciones?. ¿O es que no son seres humanos como la propia diputada o los rehenes felizmente liberados hace unos días? Nadie se acuerda de ellos, solo son un número en las estadísticas. ¿Cuántas familias desesperan por recibirlos de nuevo en casa, y ni siquiera saben si están vivos?.

Claro que si analizamos los últimos acontecimientos entenderemos la desbandada de sus correligionarios en el poder, y el exquisito trato dado al Jefe de la banda terrorista. Hace unas semanas, muy pocas, se descubrió que el nº 2 de las FARC tiene una mansión en Venezuela, donde vive a cuerpo de “rey” y que el narcotraficante más buscado del mundo fue asesinado en su residencia, también en el país que desgobierna Chávez.

De verdad que los venezolanos no merecen el descrédito en el que los está sumergiendo este dictador de vía estrecha elegido, eso sí, democráticamente.

Como será la historia, que cuando el Presidente Uribe propuso el canje de los secuestrados por los más de 600 guerrilleros que tiene encarcelados en diferentes prisiones colombianas, recibió un escrito en nombre de la inmensa mayoría de ellos, diciéndole que preferían cumplir la pena de cárcel que se les había impuesto a volver de nuevo con la guerrilla, porque con ello recobraban la verdadera libertad.

Y lo de Bolivia, ni les cuento. Claro que determinadas amistades peligrosas como Chávez y Fidel producen una polvareda que a poco que caigan cuatro gotas se convierte en un auténtico lodazal. La chapucera CIA boliviana llevó a campesinos fieles a la figura de Evo hasta las puertas mismas del Parlamento para que impidieran la entrada de diputados de la oposición, y así poder aprobar los referendos que presentaba el acobardado Presidente de la República de Bolivia. Así no Sr. Morales. ¡Así NO!

Cuando Evo Morales llegó al poder, yo mismo felicité su elección y le animé desde mi modesto escrito a trabajar por el pueblo que le había depositado su confianza, y le dije que su llegada al poder era fundamentalmente por el hartazgo de un pueblo que mantenía un 47 % de analfabetismo y tenía a más del 60 % instalado por debajo del umbral de la pobreza, cansados de políticos que miraran más por como llenar sus bolsillos que por dar a su pueblo la riqueza cultural y de desarrollo económico que estaban demandando. Pero también le advertí que el cheque en blanco que le había dado la mayoría de su pueblo tenía fecha de caducidad, y que lo peor que le podía suceder es que aquellos que votaron esperanza vivieran de nuevo la desilusión y la desconfianza.

Usted, Sr. Morales, es el principal guardián de los valores democráticos, y recuerde que imponer por la fuerza determinados criterios tiene otro nombre.

Recupere usted la libertad o acabará siendo un satélite de Chávez, que empieza a organizar una especie de “telón de acero” al estilo de la Rusia bolchevique.

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Víctor Gistau Moreno