Y digo yo... By Víctor Gistau Moreno / Share 0 Tweet ¿Porque será que mantengo el convencimiento de que uno de los soportes de la actuación diplomática es la buena educación, y que ella no está precisamente reñida, sino todo lo contrario, con la razón y su exposición de motivos? El respeto que siempre tengo por los políticos surgidos de las urnas por sufragio universal para el ejercicio de cargos públicos, hace que no califique a determinados personajes por sus comportamientos, lo que no quita que manifieste abiertamente el sentimiento que me embarga por tener que soportar determinadas actitudes que están más próximas a la descortesía y la mala educación que a las reglas de la propia diplomacia, y máxime si quien vulnera todas las normas es el Presidente de una Nación. Vamos a ver Sr. Chávez –que no Presidente de la República Bolivariana de Venezuela- si consigo entender algo de lo que Ud. plantea por la vía de la actitud grosera y hostil. Ya no me gustó cuando se atrevió a decir en su programa de televisión “Aló Presidente” que si la oligarquía boliviana lograba derrocar o asesinar a Evo, el gobierno venezolano, los venezolanos, no se iban a quedar de brazos cruzados. ¿Alguien puede entender que un país se inmiscuya en los problemas internos de otro? Eso está muy feo. E igualmente me habría manifestado si cuando Ud. dio el golpe de estado a un Presidente legítimamente elegido por su pueblo, el Presidente de Bolivia se hubiera alzado contra Ud. y la camarilla que le seguía por más muertos que hubiera, que los hubo, en el trascurso de su abominable acción. Usted no puede erigirse en el salvador de la patria y menos si no es la suya. Su salida de tono en los ataques a un gobierno legítimo de España, no vale la pena comentarlos porque le dejaron instalado en el más espantoso de los ridículos. Pero lo de su actuación en Colombia con motivo de esa farsa que al final arrojó la bienaventuranza de DOS personas liberadas, y SEIS secuestradas cuatro días más tarde, es para nota. Seguro que los colombianos deben andar pidiéndose para sus adentros que no intervenga más en asuntos de su nación, porque ellos saben equivocarse solos. Y ¿qué me dice de lo de pedir a Naciones Unidas que las FARC sean borradas de la lista de terroristas que se ha confeccionado con el consenso de todos los países? Para que la historia lo guarde en sus anales, solo que en el capítulo de la antología del disparate. No, Sr. Chávez, arregle primero los asuntos de su propio país, que trabajo tiene, antes de meterse a zascandil en los de otros. Supongo que Ud., en un arrojo de valentía, habrá recapacitado sobre el porqué sus compatriotas le dieron la espalda masivamente a su deseo de modificar la Constitución actual, sobre todo en aquel artículo que le obligaba a no poderse presentar a una nueva reelección por haberse cumplido el plazo máximo estipulado. Y digo masivamente porque cuando Ud. dice que ha perdido por muy poquito, al decir de los propios venezolanos, es que en realidad ha sido un baldeo que ni le cuento. Sus propios ciudadanos le han dicho que no le quieren de nuevo en el poder, perpetuándose al estilo de su muy querido amigo el compañero Fidel en Cuba. ¿Usted sabe de algún Presidente que por un revés en una consulta haya cambiado de una sola tacada a TRECE de los miembros de su gabinete, porque no le apoyaron lo suficiente para conseguir el SÍ que le permitiera la modificación del texto electoral? Si es así dígamelo. Lo que sucede es que hasta los miembros de su propio gabinete se horrorizaron al solo hecho de pensar que Ud. pudiera seguir rigiendo los destinos de su país, y como tienen, lo que se viene en llamar por estos pagos, vergüenza torera, han preferido no participar en esa mascarada para así poder seguir mirando a los ojos a sus conciudadanos. ¿Qué las FARC no es una organización terrorista? Por si Usted no lo sabe aunque creo que sí, de aquel ejército nacido en el seno del propio pueblo para restaurar los derechos humanos y la justicia social solo queda el nombre. Ellos son ahora el ejército profesional mercenario al servicio de unos intereses que pasan por el narcotráfico de forma clara y contundente. Y Usted que tan bien se lleva con “Tiro fijo” ¿como es que ha dejado que le tomara el pelo, liberando a DOS y secuestrando a SEIS ciudadanos del país vecino? ¿Quiere que le diga la verdad sobre lo que pienso? Pues que ni el máximo responsable de ese ejército de bandidos le “para media bola” como dirían ustedes. Pero a mí me da que su jugada por instaurar en la Presidencia de la República de Colombia a esa Senadora que se ha prestado a participar en tamaña charlotada, le va a pasar factura, a Usted y a su correligionaria en el país vecino. Por cierto que Colombia no tiene porqué rebautizarse con el sobrenombre de “bolivariana” a pesar de que al propio libertador (¿) le tienen acogido en su última morada. Cualquier victoria sobre el terrorismo es para festejarla. Y nos alegramos mucho de la liberación de las dos personas secuestradas por esa banda de mafiosos, en la misma medida que lamentamos su posicionamiento al lado de esos terroristas, asesinos y banda de delincuentes. Claro está que si Usted no puede situar en la cabecera de un país a una de sus paniaguadas, la táctica del DOS por SEIS, no le resultará mala porque si las matemáticas no me fallan, veinte millones de colombianos con derecho a voto, más o menos, a cuatro retenciones, que es la diferencia entre seis y dos, cada semana, usted alcanzaría la hegemonía como reyezuelo de un gran imperio una vez transcurridas 5.000.000 de semanas, o lo que es igual 96.154 años y medio, que bien mirado no es nada para Usted si ha hecho, como suponemos, un pacto con el diablo para alcanzar la inmortalidad, que ni siquiera consiguió el General Bolívar.