Nosotros, los latinos By Carlos Venturelli / Share 0 Tweet Los preciosos mantos del Museo del Paso Blanco, en la región española de Murcia, están bordados por 18 mujeres, integrantes de la Cofradía del Paso Blanco, que trabajan cerca de 12 horas al día por turnos, utilizando en su labor centenares de tonalidades distintas de hilos, algunos de oro y plata. Dice, y dice bien D. Ramón Mateo Paredes, Presidente del PASO BLANCO, que “no hay ninguna manifestación popular popular, ni entidad de la índole que sea, que se mantenga en el tiempo sin la autenticidad que nace del sentir de un pueblo”. Y se comprenden mejor sus palabras cuando se visita su Museo de Bordados, que conjuga la espectacularidad del arte derramado en cada pieza que se expone, con el amor con que las bordadoras han diseñado cada uno de los trabajos. Foto: Carlos Venturelli. Siguiendo las explicaciones de D. Eduardo Montesinos Pérez-Chirinos, mientras visitamos el Museo, la Capilla y el Taller de bordados, que él mismo ha plasmado en un libro editado a modo de presentación de la historia del PASO BLANCO, es bueno resaltar que él mismo nace en el seno de la Cofradía del Rosario de la que con el tiempo se separará para integrarse en la Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario. De esta reconversión nace “El Muy Ilustre Cabildo de Nuestra Señora La Virgen de la Amargura en la Muy Real e Ilustre Orden Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario PASO BLANCO”. Bagatán y Terés. Medallón del manto de Carsena. Caballería del rey Asuero. Foto: Carlos Venturelli. La Cofradía del Rosario, cuna para el nacimiento del PASO BLANCO, nace en la primera mitad del siglo XV, cuando San Vicente Ferrer, en la cuaresma de 1.411 estuvo en Lorca, región española de Murcia, si bien los documentos hallados reflejan su existencia 163 años después. La Cofradía del Rosario adquiere su máximo esplendor al convertirse en Archicofradía por albergar a varias Cofradías que se las vino en llamar adyutrices, y es en 1.753 cuando se crea el PASO DE OFICIALES que adquiere el compromiso de sacar el procesión el Viernes Santos entre otros pasos el de la Virgen del Rosario y el de la Virgen de la Amargura. Dos años más tarde es encargada al escultor de origen napolitano y afincado en Murcia, Francisco Salzillo una imagen de vestir de la Virgen de la Amargura. Detalle del manto de Amán. Caballería del rey Asuero. Foto: Carlos Venturelli. El posterior cambio del color morado de las túnicas de los Oficiales al blanco, da pie a pensar que acababa de nacer con todas las bendiciones el PASO BLANCO. En próximos artículos volveremos sobre la historia de este PASO BLANCO, que a decir de los expertos en bucear en la historia, es el Paso más antiguo de Lorca, y como dice su Presidente… “en este siglo y medio de existencia se encierran nuestro sentir, nuestro amor y nuestra capacidad de crear belleza”. La majestuosidad de los bordados es una bendición para los sentidos. La vista no tiene capacidad suficiente para asimilar tanta belleza, y solo la destreza de quien domina, no sin dificultad, el control de las propias sensaciones, está preparado para asumir lo que los ojos alcanzar a ver y la neurona a relatar. Medallón del manto de La Muerte (Visión Apocalíptica de S. Juan). Foto: Carlos Venturelli. Interior del museo. Foto: Carlos Venturelli.